La educación no formal

La Educación no formal

¿Mi profesión?  educador en la educación no formal.

Soy fundador y director de la entidad educativa Viu Lleure. Cuyo objetivo es divulgar y diversificar el sector de la educación no formal, a través de la creación de proyectos educativos y la coordinación y dirección de estos. Tras más de una década dedicándome íntegramente a este sector, formándome como educador en la gestión emocional, adquiriendo más conocimientos y recursos para obtener mejor rendimiento de esta rama de la educación. Llego a la conclusión de que la educación no formal es bastante desconocida, y este es el motivo que me empuja a escribir este artículo, que no pretende ser un artículo científico, solo meramente informativo. Desde mi humilde opinión y experiencia.

Para adentrarnos en el tema, informaré de las tres grandes ramas de la educación: Educación formal, Informal i No formal.

Sabemos que estos tres grandes hitos, son los diferentes espacios que tiene el ser humano para educarse, pese a que las más reconocida es la educación formal. 

La educación formal, es aquella que se imparte en instituciones educativas, tales como escuelas, institutos, universidades, etc. Es la educación donde percibimos que estamos siendo educados de manera directa. La mayoría de situaciones i sistemas que nos encontramos en este tipo de educación, son reglados y supeditados a conceptos y conocimientos que se imparten según la demanda curricular del estado. La educación informal, es aquella que recibimos de modelos y referentes naturales, así como padres, madres, tutores, abuelos, abuelas, tíos, tías, etc... Es aquella parte de la educación, que somos conscientes de que estamos siendo educados, pero no hay un sistema reglado ni se basa en una estructura curricular.

Y la tercera rama, tan importante y olvidada o desconocida, es la educación no formal. Aquella donde el educado no tiene la percepción de  asistir a una educación como tal. Identificada por la educación en el tiempo libre, y llevada a cabo durante décadas, por agrupaciones de escoltas, esplais, boy-scout, entre otras. Es la parte de la educación que se encarga de ofrecernos herramientas para/por los valores de la sociedad donde vivimos. Intentando facilitar recursos para el crecimiento personal y el empoderamiento. Una educación muy vinculada al espacio sociocultural donde se desarrolla. 

¿Qué pasa en nuestro tiempo libre?

¿Alguna vez, te has preguntado qué haces con tu tiempo libre?  quizás haces deporte, o lees un libro, paseas, sociabilizas, juegas, te diviertes, vas al cine o al teatro, a un concierto o haces música, arte, bailas. Haces lo que quieres, pero también hacemos algo fundamental para crecer, aprendemos. Aprendemos en cada una de las situaciones que vivimos en nuestro tiempo libre.

Cuando somos pequeñas personas en desarrollo, la manera innata de aprender es jugando. Jugamos a sobrepasar o andar en los límites, valoramos hasta donde podemos hacer o llegar. Probamos, erramos y acertamos.

Nuestro tiempo libre es un espacio de crecimiento donde es indispensable poder rodearnos de imputs constructivos. Es este el tiempo que ocupa la educación no formal, donde se dan las circunstancias idóneas para aprender de manera natural y nada impositiva.

¿Como se lleva a cabo la educación no formal?

Esta educación también tiene métodos evaluativos, pero no calificativos. Son métodos empíricos, que requieren la observación y adaptación de las actividades que se llevan a cabo. Lo que busca es proporcionar recursos y herramientas para la adaptación positiva de las personas a la sociedad en la que forman parte. Por esa razón se suele impartir en edades desde la primera infancia (2-3años) hasta la adolescencia tardía (20años), aunque se recomienda seguir formándose en este tipo de educación toda la vida.

Atreves de juegos y dinámicas se consigue descubrir valores sociales e individuales, a entender la heterogeneidad de la sociedad, a evaluarnos, a gestionar las emociones, a valorar lo que nos rodea y lo que somos, a identificarnos, a ser críticos y constructivos, a potenciar facultades y capacidades, a dudar i reflexionar, en definitiva, crecemos.

Un juego tan simple como el suelo es lava, donde los participantes deben conseguir, en equipo, construir o buscar un camino para obtener su objetivo (bandera, tesoro, lo que la misión requiera), sin pisar el suelo. Podemos observar las capacidades comunicativas, de trabajo en equipo, psicomotrices y de gestionar las emociones. De esa observación extraeremos las necesidades y competencias que tienen los participantes. Y así adaptar el juego o proponer nuevos juegos que nos ayuden a acompañar en su educación a los integrantes.

Es solo un ejemplo de cómo llevar a cabo la educación no formal. hay cientos y miles de variantes de cada uno de los juegos, se pueden adaptar para potenciar las capacidades y proporcionar recursos para las necesidades. El objetivo es aprender de manera natural.

La importancia de la educación no formal.

Es indudable el enorme calado que tiene esta educación, de igual manera que lo desconocida que es para el amplio abanico de la sociedad. Con este artículo de opinión solo quiero dar a conocer un poco más esta rama educativa, para dignificar el sector, para facilitar recursos y conocimientos sobre esta. Pero sobre todo para aprender a valorarla como se merece.

Nos leemos en los siguientes posts. 


Salut. 


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